AVALUATOR 2.0 - PLANIFICADOR DE RUTA

Esta herramienta utiliza una escala de colores ( rojo, amarillo y verde.) donde indica qué formación, conocimientos y experiencia necesitamos para realizar las actividades en una condiciones seguras. En las zonas de transición entre los diferentes niveles de color, cada uno debe escoger qué nivel de riesgo quiere asumir. Por tanto, el Avaluator da unas recomendaciones según la zona escogida.

Fuente: Barrabes.com España.

Avaluator 2.0 es una herramienta que:

Nos ayuda a decidir si estamos en una zona de confort para nosotros, es decir, en la que nos encontremos cómodos gestionando ese riesgo

O bien si estamos asumiendo más riesgos de los que debiéramos para nuestro nivel de conocimientos. En ese caso, lo que debemos hacer es bajar un nivel. Y si no estamos seguros, volver y formarnos.


Para saber en qué zona estamos, tenemos que comprobar el cuadro del Evaluador. Según este cuadro, la confluencia de BPA y ATES estará en alguna de estas tres zonas:

PRECAUCIÓN - zona verde del evaluador: condiciones en la zona verde son adecuadas para circular por terreno de aludes, con una correcta gestión del riesgo, y los accidentes son generalmente infrecuentes. Pero siempre teniendo claro que el peligro cero no existe en esa situación, y debemos saber gestionarlo.

Hay que tener precaución, saber reconocer el peligro y tener las habilidades de circulación con seguridad y de rescate. En esta situación, incluso en días de grado de peligro BPA 4-Fuerte, es posible encontrar terreno seguro donde hacer actividad, típicamente terreno simple, de pendiente poco pronunciada y no conectado directamente a vertientes inclinadas.

PRECAUCIÓN EXTRA - zona amarilla del evaluador: precaución extra en la zona de color amarillo. Las avalanchas son posibles por causas humanas o naturales, y los accidentes son frecuentes. Se requiere un nivel avanzado de comprensión del peligro de aludes existente.

NO SE RECOMIENDA - zona roja del evaluador: no se recomienda circular por la montaña en la zona de color rojo sin conocimientos de nivel profesional o experto en nieve y aludes. Condiciones preparadas para que haya accidentes por aludes.

IMPORTANTE:  En Chile no existe un BPA ( Boletín de Peligro de Aludes.), el cual es utilizado en el análisis de los mapas ATES + AVALUATOR 2.0 + BPA., por lo tanto, la única solución es que cada usuario y/o deportista realice su evaluación de la estabilidad del manto de nieve, para  determinar el grado de peligro, en la zona que vamos a visitar, y así cubrir la información que proporciona el BPA.

Hay que dejar muy claro lo que no es Avaluator 2.0:

  • No es una herramienta de predicción en dónde se nos advierta de dónde y cuándo puede haber avalanchas (eso lo decidiremos nosotros al consultarla, si nos hemos formado y tenemos los conocimientos adecuados)
  • Tampoco es un navegador que nos indique por donde subir o bajar.

¿Cuándo y por qué nació la cartografía ATES? La importancia de estos mapas

Conociendo el porqué del nacimiento de la cartografía ATES, es fácil entender su importancia. Porque habrá quien piense que, con los conocimientos adecuados, y el BPA, es suficiente para calibrar, una vez en la montaña, y viendo el terreno, el peligro y el riesgo.

En parte es así, pero hay que tener claro que, además de la gran ayuda informativa que suponen estos mapas en cualquier situación, hay lugares en los que el peligro no es visible sobre el terreno, por diferentes circunstancias.

Una de ellas es la que provocó que en 2003 Parks Canadá decidiera su creación.

La idea de este tipo de cartografía nació cuando una avalancha se llevó en Canadá a un grupo de 17 jóvenes que realizaban un recorrido con raquetas por la nieve en el Parque Nacional de Glacier con un balance final de 7 fallecidos.

El terreno por el que transitaban era simple, en el fondo del valle, pero era zona de llegada de numerosos aludes de tamaño grande y muy grande. Así ocurrió, y los arrastró y sepultó, ya que era muy difícil que, desde el valle, supieran el riesgo que corrían, al no tener acceso visual a la zona en donde nacía el alud, cientos de metro por encima de ellos.

Al año siguiente, en 2004, Parks Canada lanzó un Modelo de Comunicación enfocado a todos los públicos, y en 2006 sacaron un Modelo Técnico más enfocado a los técnicos especialistas en nieve y avalanchas, en donde se incluía la misma información que en el público, pero con considerable mucho más detalle. El objetivo era ayudar a los profesionales a clasificar el terreno de avalanchas.

El Programa de Entrenamiento Industrial (ITP) de la Asociación Canadiense de Avalanchas (Canadian Avalanche Association) adoptó el modelo ATES en 2005 y desde entonces es utilizado en su formación profesional como marco estándar. Además, también es utilizado en todos los cursos de Avalanche Canada (AST1 y AST2, MAT) que se ofrecen tanto internacionalmente como en España.

Inicialmente, las categorías ATES fueron dadas textualmente y para rutas específicas, es decir, de un punto A a B. Desde 2009, las categorías ATES han sido relacionadas y han tomado ventaja con respecto a las aplicaciones de los sistemas GIS o SIG para las zonificaciones de la montaña. Tiene sus limitaciones, pero se ha convertido en el nuevo estándar internacional para la clasificación ATES.

Aun siendo experto, es mucho más sencillo evaluar el riesgo de avalancha del terreno por el que cruzamos que la posibilidad de ser alcanzados por un desprendimiento que provenga de una zona superior, incluso 1000m por encima de nuestras cabezas, sobre todo cuando el mal tiempo nos impide la visibilidad de la misma. Este tipo de cartografía nos lo indica.

Como también evita que tomemos una ruta que, en un momento determinado, nos introduciría obligatoriamente en una zona de alto riesgo que ahora no vemos, de la que ignoramos su existencia por desconocimiento de la zona.